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9 febrero 2016
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Alrededor de 2.500 líderes mundiales (políticos, sociales y empresariales) de casi cien países asistieron el pasado 20 de enero a la reunión mundial del World Economic Forum, más conocido como el Foro de Davos. Durante los tres días que duró el evento, el tema central fue la llamada “cuarta revolución industrial”.
Klaus Schwab, CEO y fundador del Foro, considera que estamos en la cúspide de una cuarta revolución industrial, impulsada por miles de millones de dispositivos conectados y robots “super-inteligentes”. En su opinión, esta revolución cambiará no solo las sociedades y economías, sino también “la esencia misma de la naturaleza humana”.
Si echamos la vista atrás, nos dice Schwab, en la Primera Revolución Industrial se utilizó la energía del agua y del vapor para mecanizar la producción. En la segunda, el protagonismo lo tuvo la energía eléctrica, con la que se pudieron producir bienes en masa. La tercera, por su parte, fue la revolución de la electrónica y la tecnología de la información, avances que permitieron automatizar la producción.
Ahora, una Cuarta Revolución Industrial estaría gestándose, caracterizada por una fusión de tecnologías, que está difuminando los límites entre las esferas física, digital y biológica. Schwab cree que hay tres razones que fundamentan una nueva revolución:
¿Debe preocuparnos todo esto? Para Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, la respuesta es “no”. Cuando hablamos de la cuarta revolución industrial nos imaginamos a robots que dominarán el mundo y a la realidad virtual sustituyendo a las relaciones cara a cara. Para Sandberg, sin embargo, cuando se trata de avances tecnológicos, “la esperanza debe derrotar al miedo”.
Pero no solo se habló de futuro y tecnología en Davos. Otros temas, como el empoderamiento de la mujer, el cambio climático o la crisis migratoria también estuvieron muy presentes. Tanto Sandberg como la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, protagonizaron dos de las citas más aplaudidas y compartidas en relación a la mujer. Según los datos de ONU Mujeres, solo el 22% de todas las parlamentarias nacionales son mujeres y únicamente 11 son jefas de estado.
La cuestión del empoderamiento de la mujer y el denominado gender gap como uno de los temas relevantes de Davos es llamativa, pues solo el 17.8% de las participantes en el Foro fueron mujeres El dato no puede ser más representativo.
El fenómeno del cambio climático ha sido abordado también en varias sesiones de Davos, cuestión que no sorprende, pues según el Informe de Riesgos Globales 2016 que edita el propio World Economic Forum, se trata del “riesgo con mayor impacto para los próximos años”. El consenso alcanzado en diciembre de 2015 en la Cumbre del Clima de París (COP21) supuso un éxito, pero hay que seguir avanzando.
Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) comentó que es urgente y necesario avanzar hacia una transformación a largo plazo. “El reloj está en marcha y necesitamos un avance claro: estamos en situación de riesgo y el trabajo real debe comenzar”, sentenció.
Destacó, además, el protagonismo que pueden tener los países en vías de desarrollo en este ámbito, pues encarnan una gran oportunidad al poder “apoyar su crecimiento de una manera limpia, predecible y segura”.
Dentro del tema general de la sostenibilidad, el asunto del clima ha sido tratado en el Informe de Riesgos Globales 2016, en el que, la segunda cuestión crítica, por detrás del cambio climático, son las armas de destrucción masiva, seguidas de la crisis del agua y de la crisis de la inmigración involuntaria a gran escala.
La crisis de los refugiados a la que se enfrenta principalmente Europa fue discutida tanto en paneles formales como en eventos informales en Davos. Khalid Koser, director ejecutivo del Global Community Engagement and Resilience Fund (GCERF) destaca que el tema de la migración se relaciona rápidamente con los refugiados sirios. En este sentido, Koser recalca que los sirios no son los únicos refugiados en el mundo, ni Europa el único lugar afectado por la crisis migratoria.
En 2016, se ha revelado la mayor brecha de la historia entre la confianza en las instituciones que tiene el público informado y la que tiene la población general. Así lo recoge el Trust Barometer, que elabora Edelman cada año y que se ha presentado en el Foro de Davos.
Mientras que los niveles de confianza entre el público informado son los más altos en 16 años, la confianza de la población general está por debajo del 50% en más del 60% de los países encuestados. Esa divergencia tan marcada está impulsada, entre otros aspectos, por las divergentes expectativas en cuanto al futuro. Esta separación es mayor en países líderes del mundo capitalista.
Las ONG’s son las organizaciones en las que más confía la población general (con un 55% a nivel global), seguidas muy de cerca por las empresas (53%). Tras ellas, a mayor distancia, se encuentran los medios de comunicación, con un 48% de población general que confía en ellos a nivel global, y por último, los gobiernos, con un 42%.
Así, como en años anteriores, el gobierno sigue siendo la institución en la que menos confían los ciudadanos, aunque en 2016 la confianza haya aumentado ligeramente. En España, sin embargo, el dato (aunque bajo) mejora bastante: del 15% de confianza en 2015 al 21% en 2016.
El informe destaca que existe una gran oportunidad para las empresas, pues aunque ocupen el segundo puesto en confianza a nivel global, son la institución en la que más se confía para “mantener el ritmo” (un 61% de la población global lo cree así).
Pero, ¿qué está ocurriendo dentro de las empresas? Parece que una gran parte de la población general global cree que los directores ejecutivos se centran demasiado en los resultados a corto plazo (67%) y en el lobbying (57%) mientras que no le dan suficiente importancia a la creación de empleo (49%) o al efecto positivo a largo plazo (57%).
En esta edición, además, por primera vez, se ha pedido a los encuestados si podían nombrar a varios líderes de empresas. Resulta llamativo que los CEO más nombrados son los de las empresas tecnológicas: Mark Zuckerberg (Facebook), Bill Gates (Microsoft), Steve Jobs (Apple), fallecido en 2011; y Tim Cook (Apple).
Y precisamente de grandes diferencias sociales habla el Informe de Oxfam, titulado «Una economía del 1%» y presentado también a propósito del World Economic Forum. Los datos son alarmantes: para hacernos una idea, actualmente, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante de las personas del planeta, según Oxfam. La brecha de la desigualdad sigue creciendo, y en España de forma mayor. Nuestro país es el segundo de la OCDE en el que más ha crecido la desigualdad durante la crisis, tan sólo por detrás de Chipre.
Una sociedad fragmentada como la actual tendrá consecuencia en los movimientos políticos. Pero para los líderes empresariales se abre una gran oportunidad. El 80% de la población espera que los líderes sean capaces de aumentar los beneficios y mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde operan. El reto será lograrlo.
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