CONSTANZA NIETO
1 julio 2020
3 min. lectura
En 2020 la Agenda 2030 cumple cinco años. Desde su aprobación en 2015, este plan de acción global ha evolucionado progresivamente pero aún queda un largo camino por recorrer en la próxima década para impulsar la prosperidad de las personas y el planeta.
La Agenda 2030 marca un antes y un después en la evolución de la sostenibilidad. Se trata de la primera vez en la historia que contamos con un plan supranacional que apela a la acción de gobiernos, empresas y sociedad civil para contribuir al logro de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), clave para nuestra supervivencia como humanidad.
A solo una década de que se cumpla el plazo establecido para conseguir esas metas ambiciosas nos preguntamos ¿Qué están haciendo las organizaciones para contribuir a los ODS? ¿Qué podemos hacer para acelerar la transformación hacia modelos económicos y empresariales más responsables y sostenibles?
Dar respuesta a estas preguntas era el objetivo que nos propusimos con el webinar ‘Agenda 2030: Una década para la acción’ celebrado el 30 de junio junto a Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership.
En esta sesión reflexionamos junto a Cristina Sánchez, directora de la Red Española del Pacto Mundial, Mónica Oviedo, responsable de gestión de sostenibilidad de Iberdrola y Luis Gómez, asesor senior del área de presidencia de Iberdrola, acerca de las principales tendencias en sostenibilidad del informe Approaching the Future 2020: Tendencias en Reputación y Gestión de Intangibles.
La Agenda 2030 es una de las tres tendencias más relevantes para los profesionales encuestados en Approaching the Future 2020. En esta misma línea, el compromiso de las empresas con los ODS ha aumentado un 12% con respecto a los resultados del año anterior. Concretamente, el 41% de las organizaciones consultadas afirman estar trabajando en promover la Agenda 2030, de estas más del 60% ya cuenta con objetivos para medir su contribución a los ODS.
A pesar de este creciente interés por los ODS, observamos una contribución desigual de las organizaciones. Mientras que el ODS 8, Trabajo decente y crecimiento económico (42%), ODS 5, Igualdad de género (32%) y ODS 17, Alianzas para lograr los Objetivos (31%) son los más trabajados por las compañías, menos del 5% está avanzando en objetivos clave como el ODS 2, Hambre cero (2%) o el ODS 14, Vida submarina (1%).
Entre los retos a los que se enfrentan las organizaciones a la hora de acelerar su contribución a la Agenda 2030 destaca la integración los ODS en la estrategia de sostenibilidad (29%), así como definir qué proyectos o acciones puedan contribuir a los ODS (19%) y definir los indicadores que servirán para medir la contribución (13%).
No cabe duda de que la pandemia generada por la COVID-19 ha supuesto una disrupción global extraordinaria que ha afectado a todos los sectores privados, públicos y civiles. Aunque esta crisis nos está obligando a replantearnos nuestra visión del mundo y nuestras prioridades, no ha de ser una excusa para dejar de lado la Agenda 2030.
«Ante la COVID-19, los ODS se han convertido en un marco de acción global para responder a los principales retos sociales, económicos y ambientales preexistentes y aquellos que puedan presentarse en los próximos años. Por eso, será esencial que el compromiso empresarial con la Agenda 2030 se integre en el centro del negocio, impulsando cambios en la cultura y liderazgo corporativo que deriven en modelos económicos y de producción más éticos, humanos y colaborativos»
– Isabel López, socia fundadora de CANVAS Estrategias Sostenibles.
Ahora más que nunca las empresas deben dar respuesta ante las necesidades sociales y ambientales más urgentes. Y así lo han hecho muchas organizaciones: durante el primer mes del estado de alarma se han registrado más de 650 iniciativas empresariales, según el estudio Ética empresarial y Agenda 2030 en tiempos de COVID-19 , elaborado por CANVAS Estrategias Sostenibles y la socióloga y politóloga Cristina Monge. El informe también revela que el 68,3% de las acciones estuvieron relacionadas con el ODS 3, Salud y bienestar y el ODS 8, Trabajo decente y crecimiento económico.
¿Y ahora qué? En la próxima década, el reto para la Agenda 2030 será consolidarse como marco global de actuación para que todos los agentes incorporen los ODS como hoja de ruta hacia un futuro más sostenible.
Mientras que antes de la pandemia las empresas focalizaban sus esfuerzos en comprometerse con la Agenda 2030 y sensibilizar a sus grupos de interés, el momento de dar a conocer los ODS ha terminado. Debemos pasar a la acción y definir objetivos ambiciosos y medibles que aceleren el progreso global hacia los ODS e impulsen el futuro sostenible en el que nadie quede atrás.
Directora de proyectos de sostenibilidad y comunicación. Lidera, coordina y desarrolla proyectos de consultoría y formación, impulsando la creación de...
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